jueves, 20 de marzo de 2008

La precariedad laboral y su incidencia en las políticas sociales de la V República: una mirada especial a las misiones.

En las ultimas décadas del siglo XX, se observa en el caso latino americano, una descenso tanto en la seguridad laboral, como la social y a nivel de formalidad (estadísticamente el sector, generó dos de cada tres nuevos empleos), en la medida que la crisis económica se ha agravado los empleadores como dueños del capital, han tenido que recurrir a medidas de ajuste, al tiempo que las políticas empleadas para combatir el desempleo han resultado ineficaces, no obstante se revela un incremento en el nivel de vida poco sustancial, lo que se traduce en una mejoría mínima o casi nula para la población económicamente activa. Las mismas políticas en pro de favorecer capacidad productiva y mantener los equilibrios económicos han sido un detonante para tener, según datos estadísticos, uno de los momentos más precarios en cuanto a estabilidad laboral se refiere.

Si bien se ha observado que este tipo de economías se tornan muy excluyentes, con cierta parte de la población, especialmente aquella que también han sido excluidos de otros sistemas como los educativos, salubres y demás, en momentos actuales se han venido incorporando nuevas políticas de inserción al aparato productivo, tratando de contrarrestar los efectos de las medidas macroeconómicas empleadas por los gobiernos anteriores al proceso bolivariano actual, en cual, en teoría la idea primordial ha sido la inclusión y reinserción al aparato productivo de la población que por razones diversas están fuera del mismo.

Con la política de inserción laboral, encabezada principalmente por las misiones productivas, organizativas, además de las educativas y del sector salud, se pretende darle una nueva estructura al sistema imperante en Venezuela, si bien las mismas han estado dirigidas al sector mas vulnerable, se observa ciertas carencias en cuanto a su integridad, puesto que en la parte laboral, no se ha logrado una garantía de protección como lo es un seguro social, o la correcta remuneración para quienes son colaboradores o facilitadotes en el caso de las misiones, además el suponer, que los planes sociales estén dirigidos exclusivamente a una porción de la sociedad, aun cuando esta ultima sea la mas necesitada, vuelve a crear un margen entre las actividades productivas del país, recordando, que es necesaria la unificación de las fuerzas productivas y sectores asociados a ellas, esa es la manera correcta de proceder. Realmente las políticas de corte socio productivo son necesarias, mas a un en sectores tan deprimidos, pero no se debe ir en apoyo únicamente a un sector y en detrimento del otro.

En todo caso, estos programas han tenido un impacto para un sector que ha estado deprimido por años y que hasta el presente no había sido debidamente atendido, sin embargo no escapa el toque político e ideológico, con el cual se han teñido los mismos.



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